martes, 3 de agosto de 2010

Siempre caen hojas en otoño

Soñé despedidas, de todo tipo, las más perfectas, pacíficas, crueles, horrendas y hermosas también. Soñé con el después, de todo tipo, extrañando, olvidando, recomenzando. Soñé con nuevos inicios, sola y acompañada. Soñé conmigo en mil formas y al despertar me di cuenta que sólo fueron sueños, y al mirar por la ventana me di cuenta que seguía atascada en el mismo lugar intentando decidir qué despedida tomar, qué después elegir y qué nuevo inicio sería mejor. Atascada me asumí y sigo pensando en qué decisiones tomar.