jueves, 29 de noviembre de 2012

Cositas

Sentada en el borde de la cama, abrió su pequeño bolsito y miró, escudriñando, hasta el final. Adentro, sin orden ni lógica, atesoraba miraditas, sonrisitas, recuerditos, detallitos. Tantos y tantos que no lograba encontrar aquello que buscaba especialmente.
Se echó para atrás, y con mucho cuidado y lentamente dio vuelta sobre la cama el bolsito. Esparció en la cama todo lo que había salido, pero aún parecía no encontrar lo que buscaba, así que, por las dudas, volvió a mirar si algo había quedado adentro. Pero no, su bolsito estaba completamente vacío; lo puso a un lado y se volcó a lo que había desparramado en la cama.
Una a una iba mirando sus cositas y volviendo a guardarlas en el bolso. Gotitas de lágrimas de penas antiguas que se hicieron presentes, trocitos de carcajadas que al tocarlas soltaron estridentes su felicidad nuevamente, una miguita de la primera cena que le cocinaron, una arruga del vestido de graduación, unos pelitos del último corte, un pedacito del corazón del primer amor, un desliz de su caricia, dos pestañas de los ojos de miel...
Pasaron incansables memorias, con todas y cada una se estremeció. Pero no lograba encontrar lo que buscaba. Si no estaba en su bolsito entonces ¿dónde? Miró debajo de la cama, pero ahí habían sólo locuras. Buscó en el closet, pero ahí habían sólo secretos. Se revisó los bolsillos, pero ahí nunca tenía nada.
Entonces, ya un poco desesperanzada y bastante cansada de buscar y buscar sin encontrar, se paro frente a la ventana y la abrió para que entrara un poco de aire. Justo ahí y muy lejos de lo que ella pensaba encontró, al fin, lo que estaba buscando. Por sobre la nube más lejana apenas lograba distinguirse, pero ahí estaba. Volando libremente al viento, ahí estaban sus sueños, revueltos y alocados. Pensó, primero, en correr a buscarlos, y estaba bajando la escalera cuando se dio cuenta que lo mejor era dejarlos ahí. Porque así eran sus sueños, libres y tan inmensos que no cabían en su bolsito.

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Mi favorito

Luna congelada

Con esta soledad
alevosa
tranquila

con esta soledad
de sagradas goteras
de lejanos aullidos
de monstruoso silencio
de recuerdos al firme
de luna congelada
de noche para otros
de ojos bien abiertos

con esta soledad
inservible
vacía

se puede algunas veces
entender
el amor.


aaaaaaaaaaaaaaaaaaBenedetti~

martes, 27 de noviembre de 2012

$5


Una locura, de esas de a cinco pesos. Con los ojos vendados y la confianza en los pies, en los pasos firmes, en las manos suaves y abiertas.
Una locura con fin incierto, palabras a medio decir, que la medio confirman. Las locuras de a cinco pesos son sabrosas, son baratas, son bonitas y son escasas.
Y no bastan, gritos, risas, lágrimas y amores. O sí, quizás si bastan.
Una locura de a cinco pesos, es simplemente una maravilla.
(Y sólo se disfruta apropiadamente sentada en una nube esponjosa).

lunes, 26 de noviembre de 2012

De a 2

Piénsame mientras yo te pienso.
Ámame mientras yo te amo.
Bésame mientras yo te beso.

jueves, 22 de noviembre de 2012

(IM)PERFECTA

Cuando me dijo que era perfecta supe que no iba a funcionar, que la relación estaba destinada a morir.

martes, 20 de noviembre de 2012

En mi

Que en mi pecho te duermas, que en mis manos florezcas
que en mi te quedes sellado para los días fríos
y que en los días de calor en mi te bañes.
Porque te quiero ver reír cada mañana
porque te quiero seguir en el horizonte
porque se me escapan las palabras cuando tú apareces.
Que en mi pecho te duermas, que en mis manos florezcas.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Cuanto. ¿Cuánto?

¿Cuántas gotas rebalsan el vaso?
¿Cuántos recuerdos agotan la memoria?
¿Cuántos pétalos llevan tu camino?
¿Cuántas vueltas antes de encontrarse?
¿Cuánto amor explota mi corazón?
¿Cuánta vida cabe en un día?
¿Cuántos cielos, cuántos mares?
¿Cuánto... cuánto falta para nosotros?


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Rosas rojas

Para mañana, después de los perros, de los zorzales, después de relamer, de cantar, reír, llorar y volver a reír, después de los balancines, después de los calcetines sucios, después de la ropa mojada, del suelo mojado, después de la gotera, después de los párpados pesados, de las manos secas, de las legañas, después del viento en la cara, en el pelo, entre los dedos, después de la lluvia, del arco iris, después de la calma, después de los gritos, después de comer, después de la ducha, después de dormir, después de horas perdidas, de horas gastadas, de horas y más horas, después y casi al final rosas rojas.

martes, 6 de noviembre de 2012

Pero no

Quiero susurrarte historias mágicas al oído y robarte un beso en la cama.
Quiero hacerte amanecer toda la semana.
Quiero grabar mis huellas en tu espalda.
Quiero espiarte en la ducha y quizás algunas veces acompañarte.
Pero nada de eso va a pasar.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Y de repente ya no eres Dios. No eres más que otro idiota malgastando aire.