viernes, 14 de junio de 2013

¿Dónde mierda te metiste?

Hay días que me cuesta encontrar la fuerza para mover las comisuras y armar una sonrisa. Es que de verdad necesito la magia de vuelta, las risas, el cielo de purpurina. 
Puede que sea culpa del sol de invierno. Puede que sea culpa de la neblina pegada en mis lentes. Aunque siendo sincera es probable que sea culpa de mi alma romanticona. 
Pero sigo sin entender por qué hay tan poco tiempo para soñar despiertos, para reir sin motivos, para echarse en el suelo a mirar el techo -u ojalá el cielo-, para bailar como estúpidos, para correr desenfrenadamente, para gritar (gritar-gritar), para disfrutar del arte...
Y atrapada en el vidrio, en las lucecitas, en el cansancio de viernes después de la pega, se me escapó una. Y la acompañó otra. Y la siguieron unas cuantas. Se las guardó el camino y el ruido de la micro.
Definitivamente necesito la magia de vuelta.

 


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