sábado, 11 de julio de 2020

Fantasía post apocalíptica

Quiero, quiero tanto ese día.
Quiero sol de verano, arena y no tanto calor,
o quizás bosque o montaña.
Lo que no puede faltar es agua.
Poca ropa, que no estorbe nada.
Mucha piel, llevo ya mucho tiempo encerrada.
Sumergirme, sentir el agua fría.
Flotar, no sé nadar bien,
con flotar me basta.
Tampoco puede faltar la buena compañía,
que abunden los abrazos, las risas, los juegos.
Compartir comida, conversas y canciones
alrededor de un fueguito en la noche.
Bailar y por qué no fumarnos un pitito.
Y al otro día lo mismo y al otro más.
Así reponer energías y volver a la ciudad,
al cemento, la prisa y el hastío,
con la mecha y la capucha listas
para incendiarlo todo.
Vente conmigo, dime que sí,
lo vamos a pasar bien.

 

miércoles, 1 de julio de 2020

Momentos favoritos

Palito, palito.
Llegar a la casa y que te reciba el olor a quequito recién hecho y el beso de la wela.
Las entrevistas al Kasan con una marraqueta.
Sábados en la mañana en el taller de teatro.
Viernes después del colegio.
Besitos de elefante.
Esa vuelta en micro el primer día de u.
Eternas horas de pasto.
Las noches de luz azul.
Solo mirarnos y reírnos sin parar.
Dormirme escuchándote tocar guitarra.
Las oncecitas de vieja culia.
Saltarte encima y hacerte cariñito en la pelá.
El fierro en la piel y volar.
Cuando el corazón se me sale por la nariz.
Los paseos en el lago BTM.
Las noches de locura sandía.
La azotea con nuestras conversaciones y risas.
Conversar en idiomas distintos y entendernos.
Las tardes gitanas.
La calle con los niños corriendo y riéndo, tú peinándome con aceite de coco.
(Y todo ese día, la verdad).
El puente, la moto y tú.
Todos los abracitos de buenos días, siempre.
Habernos encontrado, locas, rebeldes, inadaptadas.

Retazos de tesoros, mal recordados, pero jamás olvidados.