martes, 20 de octubre de 2009

Blasfemias

Me llené la boca... y hoy lloro por mis fracasos.
Aunque digan que no se ha de llorar sobre la leche derramada, es innegable que es aliviador y, a veces, lo único que se puede hacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A lo echo pecho dicen ...


te amo