Cada vez que muere un sol nacen mil estrellas y eso me parece, simplemente, maravilloso.
Dicen también, que somos polvo de estrellas... Y pensar que nací de un sol me alucina.
Quizás sea por eso que vuelo tan alto, porque tomé conciencia que vengo del cielo y sentí en el corazón que allá pertenezco.
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