Para llegar hasta la puerta son sólo cinco pasos, de ahí son más o menos treinta minutos caminando. A las siete en punto pasa el autobus escolar con Magdalena adentro sentada junto a la última ventana del lado derecho. Dos horas más tarde son treinta minutos de vuelta y cinco paos atrás. Una taza de café con leche y dos galletitas, apagar la luces y nueve o diez horas de sueño. Martín baja la cabeza para decir sus oraciones en la puerta de al lado. De ahí en adelante fue sólo silencio.
3 comentarios:
la verdad no entendi nada :S ... asi q me tendras que explicar todo ! jajaja... lo leo y leo y aun no lo entiendo...
me gusto auqnue no lo entienda
besos
te amo!
malo malo eres
no quiero ser malo malo
Publicar un comentario