domingo, 23 de enero de 2011

Vecino

Para llegar hasta la puerta son sólo cinco pasos, de ahí son más o menos treinta minutos caminando. A las siete en punto pasa el autobus escolar con Magdalena adentro sentada junto a la última ventana del lado derecho. Dos horas más tarde son treinta minutos de vuelta y cinco paos atrás. Una taza de café con leche y dos galletitas, apagar la luces y nueve o diez horas de sueño. Martín baja la cabeza para decir sus oraciones en la puerta de al lado. De ahí en adelante fue sólo silencio.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la verdad no entendi nada :S ... asi q me tendras que explicar todo ! jajaja... lo leo y leo y aun no lo entiendo...

me gusto auqnue no lo entienda
besos
te amo!

Anónimo dijo...

malo malo eres

Anónimo dijo...

no quiero ser malo malo