lunes, 23 de octubre de 2006

::reflejos::

Ni uno ni dos, ni lo mismo ni diferente, ni abstracto ni concreto, ni tú ni yo.
El cielo bañándose en el mar, el mar volando por el cielo, las lágrimas que salen de la risa, la risa que brota de las lágrimas. Subir para bajar, bajar para subir, caminos infinitos todos con distintos destinos que se unen en el mismo fin. Un fin que es el comienzo, un comienzo que ya acaba. Correr para detener el tiempo, viajes estáticos por mundos que no existen hasta que los piensas. Nubes grices llenas de lluvia. El agua me quema el fuego me calma. El sol radiante de un triste día. La oscuridad de mi felicidad.
Qué linda tu voz que contaba historias que parecían mías, es que eran tan mías como tuyas pero, tú no lo sabías. Y no es peor ni mejor, es sólo la vida que no se detiene ni por ti ni por mi. Y nos deja a un lado y nos tira hasta el centro y nos lleva y nos deja y corre y atrás corremos nosostros.
Qué lindos tus ojos que relatan paisajes de ensueños que pareciera que yo los vi, que yo los viví.
Qué lindas tus manos que acarician pieles que pareciera que yo acaricio, es que yo también lo hago y tú me dejas hacerlo.
Qué lindos tus labios que besaron bocas que yo no quisiera que hubieran besado, pero ahora yo te beso y no quiero dejar de hacerlo.
Qué horrible el tiempo que te hace ver lejano. Pero fuimos asesinos, matamos el tiempo sin piedad, lo estrangulamos, lo hicimos sufrir por todos los momentos que nos quito. Y la justicia nos tiene como profugos. Pero no me importa nada de eso, porque lo volveré a asesinar cunatas veces sea necesario para que no nos quite más momentos.
En los pensamientos de tu cabeza me perdí, olvidé en tus pies el camino, me fundí en tu corazón y apagué los recuerdos de momentos que no quiero recordar. Y tu sonrisa y tu esperanza yo pensé que no estaban más, pero dentro de ti las encontré, y aún no slago porque no quieren salir conmigo, aunque a veces tú solito las sacas. Y adentro tuyo encontre mi perdida felicidad. Por qué nunca dijiste que tú sabías donde estaba...
La otra vez, en el espejo, mirándote a ti me vi a mi.

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