lunes, 9 de octubre de 2006

Si hace casi tres años te conozco ¿hace cuánto te amo?

Las luces, la música fuerte, lleno de gente, nadie que me importara. Reía, bailaba, tal vez disfrutaba, ya no lo recuerdo. Caminaba dando vueltas siguiendo a la Carito y no había nadie que me importara.
Alto, un momento, ahí hay unos ojos, una mirada, perdida y hermosa. Pareces tan aburrido como yo, pensé. Seguí riendo y bailando, simulando ignorarte. Y se acabó la fiesta y no te vi más.

Pasó tiempo y el destino, o más bien el colegio, te llevó a la plaza. Yo no te vi pasar, no recordaba bien tu cara que producto de la noche, las luces y mi ceguera estaba bastante distorsionada en mi cabeza. La Carito me dijo que eras tú y así fue como te llamé. Conversamos un rato, tú estabas volado y yo no estaba, solo recuerdo que me dijiste que mis lentes eran lindos y, por supuesto, imposible olvidar la mula que nos metiste de tu herida en el brazo.
No te volví a ver en no sé cuanto tiempo, la Carito me contaba de ti y me formaba una agradable impresión, ustedes hablaban por msn, yo a veces pensaba en ti.
En ese cumpleaños nos volvimos a ver, estabas raro, según yo. No sé como pasó, pero de repente estábamos bailando y luego besándonos. Y no me arrepiento de haberlo hecho sabiendo que estabas pololeando. Y nuevamente no te volví a ver en mucho tiempo.
En el verano nos juntamos y en el verano te empecé a conocer realmente, si antes me atraías ahora me gustabas mucho y mientras más te conocía más me gustabas. Seguía sin importarme tu polola, en realidad después de un tiempo ya no sabía si seguías con ella. Recién ahora me enteré de todo.
Tenía miedo, estaba muy insegura, pero tú me hacías (haces) sentir tan bien, tan… no sé. Me encantaba estar contigo, me sacabas del mundo, me hacías olvidar todo lo que no quería ver.
Hasta que ese día, metidos en tu auto me pediste pololeo. Si no te respondí hasta una semana después no fue de mala, era que no sabía, tenía miedo aún. Pero intenté librarme de él y te dije que sí.
De eso ya han pasado cuatro meses, los mejores de mi vida. Al fin fui feliz. Me entregas todo lo que necesito, a tu lado los problemas se hacen nada, me aguantas y me amas tanto como yo a ti. Me conoces como nadie, incluso mejor que yo. Y no quiero perderte jamás.
Quien iba a pensar que sería esa mirada perdida y hermosa que apenas alcancé a ver una noche hace casi tres años, la que hoy me haría feliz, la que me enseñó a amar.

No hay comentarios.: